lunes, 2 de marzo de 2009

FUGA DE LA MUERTE

Antes de cumplir los cincuenta, Paul Celan se fugó para siempre de la muerte arrojándose a las aguas sin tiempo del río Sena. Desde ese momento, ciudadano del mundo, permanece entre nosotros.

Había nacido en 1920 con otro nombre, Paul Antschel, en Czernowitz, capital de Bucovina, una región ubicada entre Transilvania y Besarabia.

Allí fue tocado por la poesía y desde entonces no pudo vivir sin ella.

En la alegría, en la desgracia o en la terrible orfandad del limbo, permanecería con ella, su único territorio, una vez que las fuerzas oscuras de los nazis le arrebataran madre, padre, patria y todos sus recuerdos queridos.

En “Todesfuge”, su poema más célebre, Celan utiliza la técnica de la fuga de Johann Sebastian Bach, para testimoniar esas macabras vejaciones a las que las tropas alemanas sometían a las jóvenes judías en los campos de concentración, y que tenían como fondo cruel la música de artistas también judíos, quienes eran obligados a tocar el dolor -que veían padecer y padecían ellos mismos- de manera festiva, cruel, horripilantemente bella.

Esas voces aún se escuchan en las noches más negras.

La palabra de Celan recorre la historia desde la segunda guerra mundial hasta nuestros días, no para hablarnos de política o en defensa de algún tipo de ideología, sino para recordarnos que sin memoria no hay futuro ni belleza, y que lo terrible es parte de la verdad, así como la verdad está contenida en la poesía.

Escuchemos a Celan desde todos los tiempos.


Todesfugue




Leche negra del alba la bebemos al atardecer
la bebemos al mediodía y a la mañana la bebemos de noche
la bebemos y bebemos
cavamos una fosa en los aires allí no hay estrechez

En la casa vive un hombre que juega con las serpientes y escribe
escribe al anochecer a Alemania tu cabello de oro Margarita
lo escribe y sale a la puerta de casa y brillan las estrellas silba llamando a
sus perros
silba y salen sus judíos manda cavar una fosa en la tierra
nos ordena toquen ahora música de baile

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana y al mediodía te bebemos al atardecer
te bebemos y bebemos
En la casa vive un hombre que juega con serpientes y escribe
y escribe al oscurecer a Alemania tu cabello de oro Margarita
Tu cabello de ceniza Sulamita cavamos una fosa en los aires allí no hay
estrechez.

Grita cava más hondo en el reino de la tierra los unos y los otros canten y
toquen
echa mano al hierro en el cinto lo blande tiene ojos azules
hinquen más hondo las palas los unos y los otros vuelvan a tocar música de
baile.

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía a la mañana te bebemos al atardecer
te bebemos y bebemos
un hombre vive en la casa tu cabello de oro Margarita tu cabello de
ceniza Sulamita él juega con serpientes.
Grita toquen más dulcemente a la muerte la muerte es un amo de Alemania
grita toquen más sombríamente los violines después subirán como humo en el aire
después tendrán una fosa en las nubes allí no hay estrechez

Leche negra del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía la muerte es un amo de Alemania
te bebemos al atardecer y a la mañana te bebemos
y bebemos la muerte es un amo de Alemania su ojo es azul
te alcanza con bala de plomo te alcanza certero
un hombre vive en la casa tu cabello de oro Margarita
azuza sus perros contra nosotros nos regala una fosa en el aire
acosa con las serpientes y sueña la muerte es un amo de Alemania
tu cabello de oro Margarita
tu cabello de ceniza Sulamita.


El arte de la fuga



Johann Sebastian Bach (1685-1750) Die Kunst der Fuge BWV 1080 Contrapunctus I Contrapunctus II Contrapunctus IV Musica Antiqua Köln Reinhard Goebel

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