jueves, 22 de enero de 2009

El disparo que da vida

En línea con el horizonte trazado por el vate alemán Friedrich Hölderlin, el poeta peruano Mario Montalbetti, a través de un libro pequeño en extensión y formato nos anuncia con el riesgo natural que toda habla trae consigo que "El lenguaje es un revolver para dos". "El más peligroso de los bienes", diría el propio Hölderlin.

Montalbetti publicó en 1978 "Perro Negro. 31 poemas" y el año pasado "8 cuartetas en contra del caballo de paso peruano" (Album del Universo Bakterial) y el libro que ahora comentamos de la Colección Underwood, sello regido por el azar que hace posible que uno se encuentre de pronto, cara a cara, con una revelación o con la belleza de un disparo al centro del sol. Underwood no se vende, se regala, pero hay que estar en el lugar preciso y a la hora precisa.

Frases aparte, en "El lenguaje es un revólver para dos" encontramos una síntesis del Montalbetti de "Perro Negro.31 poemas", en el que la ironía y el ludismo bebían del pensamiento, la ternura y la pasión, con el de "Cinco segundos de horizonte" y "8 cuartetas...", libros en los que predomina más bien el poema como puente lingüistico entre la experimientación y la imposibilidad del lenguaje para expresar una historia de verdad extrema.

Muestra de la síntisis a que aludo, se aprecia en el poema la lección de economía, un texto que sin duda debería leer con atención el nuevo ministro de Economía, Luis Carranza, para dictar las mejores medidas destinadas a contrarrestar la amenazante crisis internacional: "¿Por qué los mercados no son afectados / por los grandes abandonos, por los amores que acaban, / por los desencantos y los crepúsculos?", se pregunta el poeta, quien a partir de ello construye una magistral Lección de economía, pero de economía verbal.

Un poeta que no teme los caminos y los riesgos, porque sabe servir de medium y de chamán: "mis palabras son un cuchillo / frío da cuando entra en tu corazón / risa da cuando entra en el mío" (Amaru Ranka). Libro que enseña un territorio vasto, a pesar de sus pocas palabras, de su sencillez, de su valentía para decir a viva voz que al final de todo poema, ninguna palabra sobrevive.

En esta aparente contradicción habita la verdad: la palabra no sobrevive sino que vive cada vez que leemos un buen texto, cada vez que volvemos a leer "El lenguaje es un revólver para dos" como si fuera el primer día. Una hermosa tragedia, una buena muerte,un atentado celeste contra la inasible realidad.


(De "Contra Señas")

1 comentario:

Carlos Orellana dijo...

Excelente nota, equivale a un disparo certero con el singular revolver para dos. Gran poeta, Mario. Sigue sorprendiendo a sus lectores como cuando era un estudiante de la PUC a mediados de los 70s. Qué bueno que haya decidido publicar con regularidad.

Carlos Orellana